Ver al otro sin desconectarnos de lo que nos sucede a nosotros es una de las claves de la relación. En el enamoramiento somo uno e impera lo tierno. Posteriormente viene la diferencia, la necesidad de ser dos, la dureza: lo que estaba en la sombra pone a prueba la relación. La fase de maduración es aquella en la que la ternura y la agresividad conviven y son respetados. Lo tierno aporta intimidad, suavidad, contacto, comprensión, una mirada amorosa al otro, Lo agresivo actualiza y elimina lo inútil, ayuda a poner límites y afrontar lo difícil con fuerza. La diferenciación del uno y del otro, es la convivencia de dos proyectos individuales y uno común. En lo tierno confluimos, somos ´´Uno´´, un único deseo o necesidad, no hay límites, nos lo perdonamos todo... y en lo agresivo, nos conectamos con la ira, el resentimiento, el conflicto, el desgaste mútuo y entramos en la crítica, sin Ver como está el Otro. En las relaciones de pareja cada integrante sería interesante tomara conciencia d