LA LIBERACIÓN DE BUSCAR CERTEZAS
Ver al otro sin desconectarnos de lo que nos sucede a nosotros es una de las claves de la relación.
En el enamoramiento somo uno e impera lo tierno. Posteriormente viene la diferencia, la necesidad de ser dos, la dureza: lo que estaba en la sombra pone a prueba la relación.
La fase de maduración es aquella en la que la ternura y la agresividad conviven y son respetados.
Lo tierno aporta intimidad, suavidad, contacto, comprensión, una mirada amorosa al otro,
Lo agresivo actualiza y elimina lo inútil, ayuda a poner límites y afrontar lo difícil con fuerza.
La diferenciación del uno y del otro, es la convivencia de dos proyectos individuales y uno común.
En lo tierno confluimos, somos ´´Uno´´, un único deseo o necesidad, no hay límites, nos lo perdonamos todo... y en lo agresivo, nos conectamos con la ira, el resentimiento, el conflicto, el desgaste mútuo y entramos en la crítica, sin Ver como está el Otro.
En las relaciones de pareja cada integrante sería interesante tomara conciencia de:
La Responsabilidad
Asumir la responsabilidad de lo que sucede en la pareja, como una sistema vivo que pasa por diferentes etapas de crecimiento, estancamiento, crisis y evolución conjunta.
Si jugamos a acusar al otro estamos delegando nuestra responsabilidad, si no asumimos nuestra parte, tampoco podremos asumir la relación.
Sientes sensaciones o emociones aparentemente opuestas?
Sientes miedo y al mismo tiempo que tienes suerte?
La Presencia
Observar y Ver si estamos presentes en la relación y en qué grado.
Si estamos poco presentes, reconocer que es lo que nos distancia de la pareja: crisis de edad, problemas de trabajo, cansancio...
Un buen ejercicio es mirarse a los ojos con honestidad y manifestar al otro lo que nos pasa, en qué estamos en este momento de nuestra vida.
La Conciencia
Es importante ser conciente de cómo está nuestra pareja, de su humanidad: tenerla en cuenta, reconocer sus habilidades y sus dificultades.
Tomar consciencia de como influyen las acciones mutuamente a ambos.
Nos Une o nos desune?
Así podemos descubrir caminos mas constructivos haciendo el ejercicio de reconocernos como seres humanos que disfrutan y también sufren, para saber que queremos eliminar y que queremos alimentar de la relación.
Así nutrimos el deseo de crecer en un intercambio mútuo y en libertad.